Esto de la creatividad no es un camino de rosas… la mayoría de las veces exige mucho esfuerzo y dedicación, y existen una serie de métodos que nos pueden ayudar en esos momentos en los que nos encontramos bloqueados y damos vueltas siempre a lo mismo sin llegar a nada nuevo. Vamos a citar y explicar brevemente algunos de ellos:
Método “Po”
Estrictamente no es una técnica de creatividad, sino un elemento que puede ser usado en la fase creativa de cualquiera técnica.
PO es una palabra inventada en el año 1968 por Edward de Bono. Fue necesario inventarla para indicar en qué momento se usa algo deliberadamente como una provocación. Por lo general, se puede entender que “Po” significa:
- (p)rovoking (o)peration [operación provocadora]
- (p)rovocative (o)peration [operación provocativa]
- (p)rovocation (o)peration [operación de provocación]
La provocación es un experimento mental. Muchas ideas nuevas surgen por azar, accidente, error o locura. Estos hechos producen una discontinuidad que nos obliga a ir más allá de los topes habituales de lo que es "razonable", establecidos por nuestra experiencia. La provocación deliberada es un método sistemático que puede producir los mismos efectos. No hemos de esperar el cambio, el accidente o el error. Podemos volvernos temporalmente locos, sólo durante 30 segundos cada vez y controlar temporalmente la situación. Podemos conectarnos y desconectarnos de la locura a voluntad.
La partícula “Po” se puede colocar delante de una frase, de una palabra, o de una fórmula. Detiene el pensamiento y lo analiza.
Seis sombreros para pensar (Six thinking hats)
Esta técnica también fue inventada por Edward de Bono. El método consiste en la existencia de 6 sombreros de distinto color. Cada participante puede usar el sombrero que quiera durante un tiempo determinado y puede pedir a otro pensador que se lo quite. Durante el tiempo en el que se tiene el sombrero en la cabeza, se empieza a desempeñar una especie de rol mental siguiendo estas pautas acerca de cada sombrero.
El blanco es el que se encarga de busca la información. Es la objetividad, ha de tratar ser lo más imparcial posible.
El negro, por su parte, trabaja los argumentos para estar en contra. Es la crítica, la lógica negativa. Ha de buscar el por qué algo puede ir mal.
El rojo toma posiciones: no se suele entusiasmar con lo negativo, es impulsor de las acciones y legitimiza las pasiones y los sentimientos sin necesidad de justificarse.
El amarillo es el posibilista. Le da mil vueltas a cualquier cosa. Para él todo es posible. Tiene un punto de vista optimista.
El verde es, sin duda, el más creativo (a pesar de que el color que representa la creatividad es el naranja).
El azul es el que modera, el que pone orden. Interviene cuando la situación empieza a desmadrarse.
En clase hicimos nuestra variación del método añadiendo un color más a este arcoiris de sombreros: el morado. El morado es el que busca el matiz del tema social. Es muy sensible a todo lo relacionado con temas sociales, etc.
Después de aclara la función de cada sombrero, se formula el tema o problema que se va a tratar para poder empezar a desempeñar esos roles mentales. En nuestro caso el tema fue “Bosques en las azoteas de los edificios”.
Es sin duda un método muy divertido, a la vez que útil, pues aunque nosotros no fuéramos a aplicar nuestras conclusiones a ningún caso práctico, esa tarde se oyeron algunas ideas no tan disparatadas que bien podrían tener en cuenta nuestros arquitectos.
Sin embargo, el método tiene un “pie quebrado”: el sombrero blanco. El pobre sombrero blanco no suele gustar, quizá por ser considerado el más aburrido de todos. A pesar de esto, la técnica funciona bastante bien.
Nota: Cabe destacar que tanto el método “Po” como el de los Seis Sombreros son mejoras del brainstorming.